sábado, 17 de septiembre de 2011

Tristeza del Recuerdo

   
         Por las esquinas vagas de los sueños,
         Alta la madrugada, fué conmigo
         Tu imagen bien amada, como un día
         En tiempos idos, cuando  Dios lo quiso.

        
        Agua ha pasado por el río abajo,
        Hojas perdidas llevó el viento
        Desde que nuestras sombras vieron quedas
        Su afán borrarse con el sol traspuesto.


      Hermosa era aquella llama, breve
      Como todo lo hermoso: luz y ocaso.
      Vino la noche honda, y sus cenizas
      Guardaron el desvelo de los astros.


      Tal jugador febril ante una carta.
      Un alma solitaria fué la apuesta
      Arriesgada y perdida en nuestro encuentro;
      El cuerpo entre los hombres quedó en pena.


    ¿ Quién dice que se olvida? No hay olvido.
     Mira a través de esta pared de hielo
     Ir esa sombra hacia la lejanía
     Sin el nimbo radiante del deseo.


    Todo tiene su precio. Yo he pagado
    El mío por aquella antigua gracia;
    Y así despierto, hallando tras mi sueño
    Afuera yerta el alba.

    ( Luis Cernuda, retazos)

                         


    
 
     

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