sábado, 4 de junio de 2011

Octubre de 1957: Talidomida y embarazo. Octubre de 2007: AZT y embarazo.

En octubre de 2007 se cumplieron cincuenta años desde que el fabricante de productos farmacéuticos alemán Chemie Grúnenthal comenzó a comercializar la talidomida, que se prescribía a las mujeres embarazadas como tranquilizante y antiemético. Todos conocen muy bien la tragedia consiguiente de miles de abortos o niños que nacieron con los miembros atrofiados de manera monstruosa y/o con deformidades de los órganos internos.
Pero poco se sabe que otros miles de niños sufrieron daños nuerológicos, sordera,daños al sistema nervioso acompañados de dolores que duraban toda la vida, y aún fueron más los que sufrieron daños que no dan lugar a síntomas visibles, pero que dañaron su salud de modo permanente y redujo su calidad de vida.
Tampoco es muy conocido el hecho de que la talidomida logró superventas, tanto sola como combinada con otros fármacos, y que la supuesta seguridad en el embarazo fué ensalzada como producto " estrella" por su fabricante, y recomendado por los médicos a las mujeres embarazadas . Aunque se prescribieron millones de recetas de talidomida antes de que en 1962 fuera retirada en los países occidentales, "sólo" unos 10.000 niños nacieron mutilados. Por lo tanto, viendo estas cifras, se puede decir que una mujer podría tomar el fármaco durante su embarazo porque el riesgo de que su bebé resulte dañado es pequeñísimo. Hoy en día, es inpensable que en los países occidentales se recete a una embarazada un fármaco que pudiera dañar al feto.
Y nunca se lo recetarían a una mujer si además es blanca.
Muchos de los daños que provocó la talidomida a los fetos fueron horribles y manifiestos, y por consiguiente los periodistas los pudieron denunciar fácilmente en los medios de comunicación. Por ello se considera el episodio de la talidomida como el peor desastre farmacéutico de los tiempos modernos. Pero no es así, pues justo antes lo había precedido otro desastre aún más terrible. Desde 1910 hasta finales de los años cincuenta, los médicos inyectaban continuamente Salvarsán ( Arsénico ) a las personas que habían sido diagnosticadas de Sífilis utilizando la prueba de Wassermann ( que ahora se reconoce como absolutamente inespecífica e inútil),tratamiento que había sido autorizado oficialmente en 1934 por la Orgaización de la Salud de la Liga de las Naciones. También fué autorizado para mujeres embarazadas para prevenir la transmisión materno-fetal de la enfermedad.
Al arsénico, que en aquel entonces ya se sabía que era extremadamente tóxico, hoy en día se lo clasifica oficialmente como el veneno más letal que existe para el ser humano.
Durante 50 años, los médicos consideraron que los abortos, los bebés que habían nacido con cáncer, o ciegos, sordos, paralíticos, con retraso mental, daños cerebrales, malformaciones o tan enfermos que morían al poco de nacer, habían sido contagiados de sífilis por sus madres. " Sífilis congénita", enfermedad que desapareció cuando se abandonó el tratamiento con arsénico que se prescribía a las embarazadas. El inmenso error médico y la tragedia humana que provocó dicho medicamente, prescrito por los bienintencionados médicos a lo largo de medio siglo, en la creencia de que se trataba de un tratamiento curativo y preventivo de la sífilis, supera enormemente a la tragedia de la Talidomida.
Cuando se cumplen cincuenta años del horror de la Talidomida ( que continúa en los países en vias de desarrolo, especialmente en Latinoamérica ), la Campaña para la promoción de los tratamientos antisida ( Treatment Action compaign, TAC )impuso al Gobierno sudafricano que proporcionase AZT a las mujeres embarazadas seropositivas, en su mayor parte negras y pobres.
Pocos periodistas, y la gente en general tampoco, saben que el AZT es un veneno celular, desarrollado deliberadamente en 1961 por el Dr. Richard Beltz para matar células sanguíneas y para ser empleado potencialmente en la quimioterapia del cancer, para tratar la leucemia. Desde que en 1987 se introdujo el AZT como fármaco contra el Sida, después de un ensayo ´clínico terriblemente corrupto, cientos de investigadores han demostrado que el AZT es extremadamente tóxico, pero el público en general ignora que, de acuerdo con su efecto farmacológico fundamental, como buen veneno celular, los resultados de decenas de estudios demostraron que los niños expuestos al AZT en el útero presentan una incidencia mucho más alta de muerte precoz, problemas inmunológicos, daños cerebrales, cegueras, parálisis, epilepsia, retraso mental y otros dalos neurológicos, comparada con la de niños que no han estado expuestos al fármaco o que nacieron de madres seropositivas que no recibieron ningún tratamiento.
Para beneficio de toda una generación de niños sudafricanos, en su mayor parte negros,¿ existe por casualidad algún periodista en nuestro país que tenga la inteligencia, compasión, independencia,integridad y coraje como para seguir el ejemplo de sus colegas europeos que hace cincuenta años denunciaron el desastre de la Talidomida, que trabaje para evitar otra tragedia que está afectando a miles de niños sudafricanos negros cuyas madres y ellos mismos son tratados con AZT?

Anthony Brink.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Maior parte das pessoas não SABE NADA de NADA... por isso se deixam envenenar!