Esta noche hemos quedado para ir a una megaloparty en la playa cuando salga de trabajar con sus compañeros de curro.
Yo, como hay que socializar y estoy totalmente recuperada del catarro post fin de semana cumpleaños de Mikela , voy locotrónica perdida este fin de semana, que ya salí ayer con mis compañeras de clase para celebrar el aprobado de catalán.
Cuando volvemos a casa nos encontramos a Diana, que acaba de volver de Atenas, y a Amie y Djuna que se van dentro de un rato a flamenquear al Taller del Musics. Y entre marujeos y sonrisillas cañiles se nos escapan un par de horas haciendo el cabra por el hogar.
Parece que en esta ciudad me crece más rápido el pelo, no sé si será la humedad o el despendole de noches sin dormir que llevo desde que llegué aquí, aunque es solo una broma, como lo de las uñas, porque lo tengo tan oscuro que en cuanto mide unos centímetros ya no se me ve la cabeza y parece que hubiera crecido hasta el infinito y más allá. Como está bastante largo le pido a Diana que me lo corte un poco, como al tres o así, porque hace mucho frío y se me congela el melón. Mi gorro se independizó una noche y aún no ha regresado… Pero el peine de la maquina no nos lo permite y al final me lo corto como siempre, al ras.
Últimamente no paro de pensar en cuadrados blancos y negros, de hecho en cuanto saque algo de voluntad de mi bolsillo pienso pintar así mi habitación, como si fuera un tablero de ajedrez. Y en mi parra feliz se me ocurre decirle a Diana que me corte así un lado de la cabeza.
Cuando termina me parece absolutamente maravilloso el homenaje bromista a la victoria de las blancas. Así que más feliz que una perdiz con mi nuevo corte de pelo a lo Cindy Lauper, me pongo unos piratillas negros con mis zapatos de hebillas y unas cuantas redes ceñiditas al cuerpo con mi nuevo sujetador de ejecutiva putón. Y hecha un pincelito me preparo para discurrir un poco por esta mágica ciudad…
Cenamos en Els Tres Tombs Djuna, su novia, Amie, Diana y yo un montón de tapitas que nos cuestan un pasturrón. Esto en Madrid no pasa. Y sobre la una y cuarto me voy para la Bata a tomarme una copita hasta las 2:30 a.m. hora en que tengo que ir a recoger a Alf al Salero, el restaurante del Borne donde trabaja.
Allí me encuentro a un montón de gente y charloteo un ratillo mientras me tomo un cubatilla, entonces aparece Diana con ganas de guerra, que acaba de terminar los exámenes y últimamente ha salido muy poco.
Le cuento a nuestra camarera favorita lo de la fiesta en la playa a ver si la lío un poco y se viene con nosotras al evento, y al final me lío yo y se me pasa la hora dando botes como una loca.
Alf me manda un mensaje a las 2:34 para preguntarme que donde ando, ya tenía que estar allí, y como no me entero porque mi abrigo esta dentro de la barra me llama a las tres, es Elena la que contesta pero hay mucho follón yo no oigo nada y quedamos en que me vuelve a llamar en diez minutos. Cuando conseguimos hablar me explica que ya no vamos a la fiesta de la playa porque hay una fiesta más apetecible en el piso de unos amigos también en el Borne.
Al final liamos a Elena y a José Mari así que no llegaremos a la fiesta hasta que no se cierre la Bata, y entre risas y chupitos, recogemos, fregamos, y limpiamos.
A las 4:00 me manda otro mensaje Alfredo con la dirección de la casa, calle Montcada, portal antiguo, tercer piso, en un palacete al lado del Museo Picaso y cinco minutillos después me manda otro para decirnos que preguntemos por un chico muy majo que se llama David.
Al final salimos del bar tardísimo y cuando llegamos por fin al lugar de la fiesta nos encontramos una finca antigua con un enorme patio interior rodeado de plantas y con unas escaleras de piedra que me dejan anonadada y claro esta, me pierdo
Es un palacete espectacular, y todo el mundo lo conoce menos yo que voy descubriendo la ciudad muy despacito. Son las 5:20 de la madrugada y lo sé porque cuando llegamos a la puerta la música esta muy alta y nadie nos oye tocar el timbre así que tengo que llamar a Alf para que nos abra mientras le vemos marujear por la enorme mirilla dorada que posee la robustísima puerta que nos impide la entrada…
El sarao resultó ser en un estudio diáfano bastante grande con suelos de madera y ventanales enormes pero al ratillo de llegar cuando aún no habíamos acabado si quiera la primera cerveza apareció la Guardia Urbana para imponer orden y paz y clausurar amigáblemente la reunión, así que multa y a bajar la música, y nos da rabia porque últimamente sucede esto con bastante frecuencia y es una forma muy rápida y triste de acabar con la ciudad.
Nuestro espíritu folclórico sigue aún así latente durante un buen rato y acabamos bailando macarradas y mareándonos mientras giroteamos como posesos a ritmo de pasodobles. Como mañana hemos quedado pronto en casa para comer con Muriel, Laura y Eli y se vienen también Elena y Majo decidimos retirarnos prontito a nuestros aposentos porque sino va a cocinar dentro de un rato Rita la Cantaora.
Todos estamos convencidos de que eran las 6:30 a.m. pasadas y entre que buscamos los abrigos, salimos de la casa, quedamos con Elena, nos despedimos de José Mari y de la compi de trabajo de Alf, y fuimos a recoger nuestros respectivos vehículos pasaron al menos, mínimo, diez minutos. Nos dirigimos a la calle Princesa y cada uno toma una dirección nosotros hacia Arc del Triunf, deben ser como las siete menos diez.
Alf y yo volvemos para casa muy contentos, lo pasamos muy bien y nos reímos mucho, fue un día muy amable y tranquilín y entre risas me lleva el nene a casa en bici por las oscuras y tranquilas calles de la ciudad.
Volvemos cocidillos así que soltamos carcajadas y no paramos de hablar mientras saltan las marchas de la bici y nuestros pies empiezan a tropezar. Yo voy como flotando que me encanta desplazarme sobre ruedas por cualquier ciudad y tan divina de la vida, encima, me voy liando un cigarrito.
Es evidente que no vamos muy deprisa pero justo al girar la esquina de la calle Lluis Compañs, enfrente de los Juzgados perdemos el equilibrio y, ploff!! , nos vamos los dos de cabeza al suelo.
No recuerdo claramente como caímos, de repente comenzamos a tambalearnos y un segundo después rodábamos por el suelo entre risas y dolor. No veo nada todo es muy confuso, Alf se tapa la cara con la bufanda y se sienta en el suelo, parece que sangra bastante y entonces aparecen dos chicos que nos ofrecen llamar a una ambulancia, a mi parece no dolerme nada y ni siquiera me doy cuenta de que también sangro.
Los chicos, que parece salen de un coche que estaba delante nuestro hacen la llamada y desaparecen y mientras esperamos a que llegue la ambulancia con bastante angustia intento encadenar la bici en alguna parte sin ningún éxito. Es la primera vez en mi vida que pongo barras de seguridad a un trasto de estos, en Madrid no se suele dejar la bici en la calle todo el mundo la sube a casa, y entre el estrés, la confusión y los nervios no hago más que dar vueltas a las diez mil llaves que Alf me ha dado.
Subo y bajo la calle varias veces pero no quiero agobiar al niño, no se encuentra bien y como nos parece que la ambulancia tarda demasiado vuelve a llamar al 061 para informarse, según el parte de la ambulancia la llamada se hace a las 7:00 a.m, .
La ambulancia no tarda mucho en aparecer, mientras tanto consigo enganchar la barra de seguridad trasera, son otra vez dos chicos, Alfredo esta de suerte, y mientras le examinan yo a lo mío con la bici, cada vez más estresá.
En un momento dado se me acerca uno de los enfermeros y me dice que le deje curarme entonces me toco la frente y veo sangre, el chaval me limpia el golpe y me ayuda a buscar un sitio para aparcar pero no hay ni siquiera un árbol que sirva, así que con la barra de seguridad trasera enganchada hago rodar la bici como puedo levantándola por detrás y la desplazo a la altura de la ambulancia. Se me ocurre preguntar qué hago, si me quedo allí con la bici y se llevan solo a Alfredo o qué y es entonces cuando nos dejan subir el trasto a la ambulancia, pues tras el examen deciden llevarnos al hospital a coser la ceja de Alfredo y a radiografiar nuestros cráneos, y vamos así derechitos al infierno.
Según el parte de ingreso del Hospital del Mar ingresamos a las 7:38.
No sé si influiría el hecho de que de nuevo tuve que pelearme con la bici y la barra de seguridad, aunque esta vez encontré aparcamiento rápido, en la puerta de urgencias enganchada a la barra que separa el carril de subida y bajada de vehículos.
Mira que he pisado hospitales… pues este se lleva la palma del cutrerío.
Nada más entrar accedemos a una minisala de espera con 6 asientos donde nos colocan y nos dejan esperar.
Alf esta sentado en una silla de ruedas y yo en una de plástico junto a la pared, solo se me ocurre cogerle de la mano para tratar de aliviarle un poco, esperamos durante lo que parece una eternidad y me da tiempo así a enterarme de que los dos chicos que esperan junto a mi han tenido un accidente de coche del que no son responsables aunque van bastante puestos, y el anciano de la otra silla de ruedas sufre algún trastorno mental serio porque no para de gritar que le lleven al Hospital del Mar.
Justo cuando empezamos a perder el conocimiento nos hacen por fin pasar, salimos de oniria con bastante buen humor y bacileamos un rato con los celadores sobre la cirugía estética y el macramé, a ver como le deja la cara al niño...
Cuando por fin deciden coserle me hacen salir fuera, la última imagen que tengo es la de Alf tumbado en la camilla con la cara hinchada y un reguero de sangre chorreándole desde la ceja hasta la sien. Deben de ser las 8:30, lo sé porque en algún momento mire el reloj y pensé en nuestra cita en la cocina de la una y media.
Ahora no se que hacer, nadie me dice nada, así que me vuelvo a la sala de espera de freakie town y me doy cuenta de que tengo ganas de orinar, por suerte el baño esta justo al lado de la minisala y no me pierdo en infinitos pasillos verdes por los que jamás sabría regresar. Cuando entro me miro la cara en el espejo y no parece que este tan mal, lo que más destaca es un bulto verdoso en la frente con herida incluida, pero nada más. Salgo del baño rauda y distraída, no sea que me vayan a llamar, y me doy de bruces con tres o cuatro urbanos y tres chicos detenidos y esposados de cara a la pared.
Me siento allí a esperar y los miro a todos con cierta curiosidad, los detenidos son jóvenes, tienen pinta de punkies y están bastante desaliñados, sucios y ensangrentados, podrían haber hecho cualquier cosa. Y en los urbanos me fijo poco por que no me molestan para vivir, y perdida en estas tesituras ando cuando levanto la vista y veo al anciano senil hacerme señas para que me acerque.
Imagino que estaba algo incomoda porque me levante y me fui a mi antiguo asiento sin rechistar. Allí encuentro la enorme bufanda verde de Alf , que ahora esta llena de sangre, y cuando la tengo bien agarrada entra un urbano y me ordena que salga fuera otra vez , me levanto con la bufanda en las manos y la dejo en un asiento junto a mi.
Hoy salí sin mi mini mochila, las navidades fueron muy duras y ha sufrido bastantes desperfectos, así que el urbano me chilla que me vacíe los enormes bolsillos de mi tres cuartos negro y le enseñe el contenido, y muy tranquilamente saco mi tabaco de liar, dos mecheros, los guantes, la cartera, mis llaves de casa, las dos mil llaves de Alf, su tabaco de liar, varios flayers, y el móvil…me hace gracia que me registren, me resulta curiosa la situación, me lo tomo con humor.
Cuando saco el móvil el madero más grande, el rubio de ojos claros con pinta de nazi me ordena de muy mala leche que le ponga el menú principal para ver mis mensajes. Comienzan a preguntarme qué me ha pasado, de dónde vengo, con quién, y me piden la documentación, les contesto y replico que pueden leer sin problemas los mensajes del móvil, no tengo nada que ocultar, pero me parece que no es legal, se cabrean.
Les comento lo de el accidente de bici, los testigos y la ambulancia, el rubio enorme me chilla que le enseñe los brazos, me levanto las mangas de la camiseta pero debajo llevo las medias de red, me chilla que me quite esa mierda y le explico que tendría que quitarme toda la ropa, más cólera y cuando quiero darme cuenta están esposándome gritando -¡es ella la de los cuadros en la cabeza¡- flipo y no sé como reaccionar, mi teléfono es requisado y pasa a disposición judicial.
Se me ocurre preguntar porque me detienen, me contestan que por un mensaje en el móvil, y de qué se me acusa y es entonces cuando realmente me empiezo a preocupar, estoy acusada de homicidio…todo se vuelve confuso, oigo gritos que me acusan de haber estado en la ocupa de Sant Pere y veo sus ojos desorbitados chillándome con la misma ira con la que me interrogan, alguien pregunta cómo puede haber tanta sangre en la bufanda de Alf, de quién es y cómo ha llegado hasta ella, mientras salivazos rabiosos salen disparados hacia mi rostro. De verdad que alucino y parece que nada de esto sea real, pero aún conservo la sangre fría y puedo contestar.
De repente me preguntan por mi compañero les digo que le están atendiendo en algún box y veo a uno de los urbanos desaparecer en su busca, ya no vuelvo a ver a Alfredo hasta que nos encontramos en el furgón, y se me ocurre pensar en el enorme susto que le van a dar.
Me llevan custodiada y esposada a otra box donde no se me permite sentarme ni mirar en otra dirección que no sea la pared de enfrente a la altura de mi cara, estoy muy asustada y no paro de decirles a todos que se trata de un error, nos hemos caído con la bici y lo pueden comprobar a través de la información que les doy pero nadie me hace caso y encima me hacen callar a gritos, putos gritos, se me llena la cabeza con cientos de gritos perdidos, me cago de miedo, me enfado y sin darme cuenta comienzan a resbalar lágrimas descontroladas por mis mejillas, pero solo agua apretada, ni un gesto más, y así estoy todo el día, sin poder parar de llorar.
Sigo esperando de pie durante lo que parecen de nuevo horas, al final aparece una enfermera que me limpia la herida de la frente y me pone en la ceja unos puntos de papel, me mira también la contusión de la rodilla y ya no me trata tan bien y con el mismo humor que cuando ingresamos, de hecho no dejan de desfilar celadores que me miran como si de verdad hubiera matado a alguien.
Tras la precaria revisión me dan el alta, los urbanos me bambolean y empujan para sacarme de allí y llevarme al furgón que nos conducirá junto a Alf y los tres chicos detenidos a otro hospital que tenga rayos X, en este no funcionan.
No sé que hora es pero deben ser como las 10.30, aunque ya no tengo ninguna noción del tiempo, y mis manos están esposadas a mi espalda por lo que no puedo mirar el reloj.
En el furgón nos sientan a los cinco en el suelo, no consigo ver a Alf, a él le sientan en la parte de delante y a mí me sientan detrás junto a un chico con rastas y barba bastante delgado que no debe de tener más de venticinco.
Los urbanos nos ordenan no tocar los asientos, por lo visto los acaban de tapizar y como la mierda que somos en este momento no tenemos derecho ni ha rozarlos, el trayecto es bastante desagradable, no podemos agarrarnos a nada y con cada frenazo nos golpeamos con los asientos y las barras de metal que componen la estructura interior del vehículo.
Los urbanos nos insultan, se mofan, y nos van rebelando pequeños detalles de lo ocurrido a través de sus incriminaciones que nos dan una ligera idea de cómo hemos llegado a esta situación.
Parece que hubo una fiesta en la ocupa de Sant Pere mes baix y en un momento concreto se organizo una batalla campal, un policía resultó muerto y nosotros, sabe diosa como, estamos implicados en el follón.
Llegamos al Hospital de San Pau y tampoco funcionan los rayos X así que emprendemos de nuevo la veloz marcha en busca del Hospital de la Esperanza. Nosotros sabemos lo que tenemos pero los chavales detenidos presentan un cuadro de lesiones bastante serio, aunque están tan acojonados como nosotros y no se atreven ni a abrir la boca aunque sea para soltar un leve gemido de dolor. Los guardias se ríen, bromean, nos insultan y nos meten miedo llamándonos asesinos.
Por fin llegamos a la Esperanza, los urbanos sacan a todos los chicos del furgón para radiografiarlos y a mi me dejan allí sola con dos guardias, sentada en el suelo sujetando con fuerza la bufanda de Alf y soltando lagrimones sin parar, sin hacer el menor ruido. Como me dieron el alta en el Hospital del Mar no hay radiografía para mí, a pesar de tener un buen chichón amoratado en la cabeza.
Y allí me quedo durante quizás dos horas sentada con las piernas cruzadas, los asientos no me permiten poderlas estirar. Y muerta de frío, llevo el abrigo abierto y no me lo puedo abrochar, aún así tiro del cuello con los dientes por si consigo cerrarlo un poco, los urbanos dejan la puerta abierta porque no paran de entra y salir a por cafés y comida, al parecer tienen hambre y muchas ganas de irse a descansar. Todo el que pase por las inmediaciones de urgencias puede mirarme y juzgar, siento sobre mí el peso de varios ojos y las miradas de miedo al ver a una delincuente esposada y detenida, no puedo evitar pensar en mi primera reacción cuando vi a los detenidos en el hospital y lagrimones desconsolados siguen resbalando por mis mejillas.
Pasa el tiempo y al final me dejan sola con un urbano que se sienta a mi lado en la parte trasera del vehículo, cierra la puerta y me da la sensación de que trata de dormitar, noto que me clavo algo quizás su pistola o su porra aunque no lo tengo claro, no tengo derecho a levantar la cabeza y mucho menos a hablar, se me mezclan las lagrimas con los mocos y no me queda más remedio que limpiarme con la rodilla del pantalón y el cuello del abrigo, no quiero ahogarme ni molestar.
El tiempo pasa despacio, me duelen los brazos de estar tanto tiempo esposada, a veces siento las piernas entumecidas y trato de cambiar como puedo de posición para evitar un dolor mayor, solo faltaría que me diera un tirón, y no consigo parar de moquear.
Al fin oigo ruido y se abre de golpe el portón de la lechera, como las llamamos en Madrid, el sol entra a borbotones y por un segundo me quedo ciega. Cuando veo aparecer a Alf se me hiela la sangre, tiene media cara hinchada y un ojo amoratado, le han dado puntos en la ceja derecha y parece bastante asustado, esta vez le sientan o más bien le tiran a mi lado y puedo preguntarle bajito aún a riesgo de llevarme una hostia cómo esta, aunque no necesita contestarme puedo verlo en sus ojos.
Vuelven a ordenarnos callar y cuando han subido todos el furgón vuelve a emprender su frenética marcha, el chico que estaba sentado antes a mi lado lleva los dos brazos escayolados y sujetos con las esposas y a los otros dos chavales no los puedo recordar.
El urbano que conduce parece bastante alterado se salta constántemente los semáforos y el que tiene pinta de jefe le recrimina entre risas. De repente el poli que va de pie junto a Alf y yo, el que parece Torrente, se tira un pedo que es acogido con un alegre jolgorio entre sus compañeros.
No tenemos idea de a donde nos llevan pero puedo ver el Mercado de la Boquería desde la ventana, en un par de minutos estamos en la comisaría de la Rambla, creo que son las 12:30 pero no estoy muy segura.
El furgón se detiene y nos hacen bajar a todos a empujones, tironean de nosotros hasta llevarnos dentro de la comisaría, ni por un solo momento se nos ha ocurrido resistirnos.
Allí nos ponen en fila y nos quitan todos nuestros objetos, cinturón, forro polar del cuello, pinchos de silicona verde, anillos, y por supuesto el abrigo, el resto de cosas aún están en mis bolsillos, me quedo pues en camiseta.
Proceden a cachearnos.
Me separan del resto y me meten en un cuarto con una urbana, por primera vez en al menos 4 horas me quitan las esposas. Allí, fuera camiseta y lío con las redes, una de ellas la llevo por debajo del sujetador, truquillos para que no se bajen los hombros, así que el streapteas fue de lo más erótico festivo en toda su brutalidad y surrealismo, no lo paso demasiado mal, al menos no me pega y no me grita mucho, evito mirarla a la cara no quiero leer lo que escribe su rostro.
Tras el cacheo me vuelven a esposar y por primera vez en mi vida me meten en una celda, sola.
Todo sigue siendo muy confuso la celda parece una habitación de manicomio, muy iluminada y muy blanca.
No me siento, me quedo en cuclillas sobre la grada que hace de asiento y cama, no sé muy bien que pensar, estoy furiosa y me siento secuestrada, estoy furiosa y me siento secuestrada, estoy muy asustada, no me lo puedo creer.
No parece que pase mucho tiempo, quince o veinte minutos, pero quién sabe, abren la puerta de la nevera que me custodia y otra vez me vuelven a esposar, soy la primera en salir y veo como sacan al chico de los brazos rotos, ni siquiera sé sus nombres, le golpean y le dan patadas, me quedo loca.
El siguiente es Alf le ponen a mi lado, le insultan y le dan una patada, se me desencaja la cara y miro fijamente al policía agresor, me mira, no dice nada. Traen al siguiente, más de lo mismo…estamos los cinco en fila nos chillan, nos insultan, nos llaman asesinos y nos amenazan.
Parece que ahora van a leernos nuestros derechos que consisten en tener un abogado propio o de oficio, me chillan que lea un papel con la lista de mis pertenencias, pero no puedo leer y me gritan que lo firme.
El rubio gigante me dice que me quite el reloj, nunca más vuelvo a verlo, con la de cosas que habíamos hecho juntos y la de mares que nos acompañaron…
Lo más suave para referirse a mi persona es guarra y punki de mierda, de repente miro un cubo enorme de basura y veo allí algunas de mis cosas, los guantes, mi tabaco, el tabaco de Alf y la cajita de metal de los Freak brothers que me regaló Diana hace un millón de años. El urbano que se tiró el pedo en nuestra cara, el mismo que pateo e insulto a Alf me dice que ha encontrado hachis en mi tabaco, será una multa de trescientos euros o unos días más en la condena que por supuesto me va a caer, me explica muy amablemente mientras sonríe. No puedo callarme y le pregunto por qué están mis cosas en la basura, le pido por favor mi caja, es un regalo antiguo, por detrás me gritan que me calle, alguien me agarra y me arrastran de nuevo a un furgón.
Vuelven a trasladarnos, esta vez ya no es un furgón de la urbana, parece una puta película, nos meten en un furgón de detenidos como los que salen en el telediario, el monstruo es de metal por dentro, incluidos los bancos donde nos tenemos que sentar esposados, aquí no nos podemos agarrar a nada así que con cada curva y frenazo o acelerón nos bamboleamos como marionetas rotas, el silencio y los nervios se mastican y todos respiramos miedo.
En la parte alta del furgón hay una ventana pequeña veo tumbas en una colina, tiene que ser el cementerio de Montjuit, nunca he estado pero paso en autobús por allí cada vez que vuelvo a Madrid...
Cuando termina el trayecto llegamos a otro lugar, no tenemos ni idea de a donde nos llevan, se abre el portón del furgón y hacen bajar a tres de los detenidos entre ellos a Alfredo, de nuevo empujones, gritos y amenazas, se cierra el portón. Me quedo allí con el chaval más mayor, 25 años, y esperamos un rato sin hablar hasta que vienen a buscarnos, nos miramos, pero no decimos nada.
Ahora estamos en manos de los Mossos de escuadra, nos meten en otro edificio, bajamos unas escaleras, nos separan, llegamos a una sala bastante iluminada con un montón de policías, me apoyan en una pared y todos me miran, uno de ellos me llama engendro de mujer, por dentro me cago en su madre.
De repente aparece un tipo con un pasamontañas tapándole la cara y cámara en mano me empieza a grabar, tarda unos minutos en robarme el alma y cuando termina de filmarme de arriba abajo con todo lujo de detalles me da por hablar.
De nuevo les explico que todo es un error que nosotros hemos tenido un accidente en bici y los urbanos nos han secuestrado en el Hospital del Mar, no somos okupas, tenemos casa, estudios, trabajos y además testigos del accidente, se ríen y me dicen que ya se verá de muy mala leche, al menos el urbano rubio que me tiene acojonada y me robo el reloj, ya no está.
Pregunto donde estamos y alguien me dice que en la comisaría de Sans, permanezco un buen rato de pie apoyada contra la pared y hablando sin parar, de repente me muevo y aprieto un interruptor con la cabeza, es el interfono que comunica con la parte superior de la comisaría, me quedo blanca del susto pero por suerte mi error no genera violencia, solo algún insulto.
Tras un buen rato en la misma posición observada por muchos policías fumando me llevan a una sala anexa donde una Mossa procede de nuevo a cachearme, y de paso aprovecha para criticar mi aspecto preguntándome cómo tengo el valor de llevar por camiseta unas medias de rejilla..., esta vez me quita el sujetador, el pendiente de la oreja y lo poco que queda en los bolsillos de mi pantalón, un cigarro liado y dos flyers. Me dice que lo pondrá con el resto de mis pertenencias, pienso que hay cosas que seguro no volveré a ver.
Por lo demás el procedimiento no difiere al anterior, fuera zapatos, redes y camisetas, abajo pantalones, bragas y calcetines,…hace frío.
Cuando termina la inspección, de nuevo tengo suerte y nadie me mete el dedo en el culo, me visto, la chica me esposa y me saca de allí.
Permanezco unos minutos en el pasillo hasta que dos de los policías me teletransportan,
yo ya no ando, floto, y al fondo de la sala, en una esquina descubro mi nueva vivienda de protección oficial. Abren la puerta, me quitan las esposas y me empujan dentro.
Tenemos derecho a dar un teléfono de contacto para que se avise de nuestro delito y paradero, me piden un número, joder, no recuerdo el número de casa, me quedo en blanco, me recomiendan que de el de mis padres, es mejor,-me dicen-, que no se enteren por las noticias de que hemos matado a un policía, -ni loca- pienso, así que me viene un número a la cabeza lo suelto del tirón y que sea lo que diosa quiera.
Madre!!!!, me doy cuenta de que me volví un poco desastre, aunque la verdad, solo llevo 4 meses aquí y nunca me llamo y como lo llevo en el móvil apuntado pues no lo tengo que memorizar y pienso en los inconvenientes de la era de la telecomunicación y me viene como siempre a la cabeza esa canción de Alaska…la ciencia avanza pero yo no…pero estoy muy triste para recordar y se me escapan otra vez los lagrimones.
Lo primero que destaca en mi primera impresión es el espantoso color rosa de las paredes, a juego con el azul marino de los barrotes, y el fétido olor proveniente del agujero de metal que hace las veces de bater. Una grada de piedra y por suerte una colchoneta azul y unas mantas conforman el resto del mobiliario, todo esta sucio y lleno de sangre, las paredes, las mantas, el suelo y hay bastantes bichos muertos.
Me siento en la grada sobre la piedra y me apoyo en la pared, no se qué hacer estoy flipada y me quedo empanada mirando las paredes de mi celda de acusada de homicidio. No tengo idea de que hora será, no hemos comido ni dormido pero no noto cansancio, solo miedo.
El tiempo se me escapa sentada en la misma posición. Observo con toda la paciencia del mundo el interior de mi celda, no sé cuanto tiempo estaremos aquí, sigo sin parar de llorar.
Pasa un rato, dos horas, cuarenta minutos…, tengo frío, estoy cansada, venzo el asco que me dan las mantas que hay junto a mí y me enrollo en la que parece menos sucia, solo faltaría que pillara alguna enfermedad de la piel…
Me tumbo en la colchoneta y miro los bichos muertos que hay a mí alrededor, imagino que será el cansancio y el estrés pero parece que algunos se mueven, lo que faltaba.
Y así me quedo, tumbada durante horas en la misma posición con los ojos abiertos como platos y pensando, y entre delirio y delirio noto dolores de ovulación. Inocente de mi pienso que será el estómago vacío… pero que va, me viene la regla, la madre que me parió y yo sin espidifen, joder que día!.
Me quedo esperando de pie y cuando pasa la policía chica le cuento la viñeta y le suplico un tampón o una compresa, me dice que se lo va a pedir a una compañera arriba, nunca más vuelve.
Me acuesto de lado y pienso que me voy a poner perdida, en fin como me tengan que volver a cachear… y me pierdo una vez más en atónitos desvaríos, creo que nunca fui tan consciente de la realidad, y duele.
De nuevo se escapa el tiempo a su antojo hasta que se oyen voces que avisan que por fin nos traen algo de comer, me siento en la grada a esperar. Aparecen dos policías portando lo que llaman nuestra cena, deduzco pues que han pasado muchas horas y pienso que hoy no salgo de aquí. Descubro además que tengo vecinas de celda, dos chicas, pero no sé porque estarán aquí, parece que una de ellas esta dormida, el poli dice a gritos que si no se levanta no hay comida, su compañera de celda la consigue despertar.
La cena, después de todo el día sin comer, consiste en un sándwich de máquina de indeterminado sabor que un urbano introduce sin carcasa entre los barrotes de las celdas, al menos se ha puesto un guante de plástico. Espero levantada a que llegue mi turno, se acercan y me ordenan que coja mi cena, cuando se van me tumbo de nuevo y me lo como despacio, no tengo hambre.
Cuando termino cierro los ojos pero no duermo, supongo que nadie esta noche, cada vez que pasa un policía haciendo la ronda no puedo evitar mirar y así toda la noche, con bichos muertos que se mueven, manchas que parecen cosas, gritos, lágrimas y pesadillas.
Al final en algún momento creo que me dormí pero me sobresalte tantas veces que dudo que fuera un sueño profundo, ahora sé que con miedo no sé puede dormir, el cuerpo está alerta.
La noche es larga y mi lado izquierdo esta totalmente siniestrado.
Vuelvo a oír jaleo, un policía se acerca y pregunta si quiero desayunar, ya debe ser domingo.
El desayuno consiste en un café de máquina, solo y sin azúcar, y una valenciana, por fin también nos ofrecen un mini vaso de agua, del tamaño del café, tengo suerte mi agua no es del bater. Me ordenan a gritos que cuando acabe deje los vasos encajados en los barrotes tal y como ellos los colocan.
Me parece el mejor desayuno del mundo, me encantan las magdalenas pero me han despertado a gritos, así que se me atraganta el café.
Noto los ojos hinchados y se me ocurre que será de llorar, me toqueteo el ojo izquierdo y lo noto blandito, mis vecinas de celda están junto a los barrotes así que nos saludamos y presentamos y de paso les pregunto qué aspecto tiene mi cara, va a ser que no es de la llorera…
Al rato vienen dos guardias y me sacan de la celda, vuelven a esposarme y me colocan delante de una puerta, la misma sala donde me cachearon ayer. Esta vez van a tomarme las huellas, y digo las huellas porque fueron absolutamente todos los dedos, también necesitan las palmas así que de nuevo he de quitarme la camiseta medias, los polis se cabrean pero hay suerte y una chica entre ellos así que salen todos y procedo otra vez a desnudarme. Aprovecho para decirle a la chica que estoy con la regla desde ayer y que nadie me ha traído un tampón o una compresa, y me explica como si le sorprendiera que no están permitidos los tampones en prisión, ya intentará conseguirme una compresa. Nunca más vuelvo a verla.
Paso un buen rato con el trajín de las huellas, el tipo que espachurra mis dedos contra las fichas no anda muy diestro y hemos de repetir algunos dedos, cuando finaliza su labor me dice que me lave las manos pero no hay jabón en el bote y el agua esta helada así que la tinta no desaparece.
Otra vez esposada y vuelta a mi acogedor hogar, me duelen las caderas del colchón piedra, no hay nada que hacer así que vuelvo a tumbarme a esperar mientras los Mossos cogen las huellas de todos los demás, yo no puedo verlo pero cada vez que sacan a alguno de los chicos vuelven las palizas.
Al rato vuelven a sacarme de la celda y vuelven a tomarme huellas, esta vez también me fotografían con un numerito debajo en todas las posiciones posibles, de frente, de lado y en ángulo de 45 grados, todo esto amenizado con gritos y tironeos corporales varios. Y vuelta al agujero.
En algún momento de lo que debe ser la mañana se acercan a mi celda dos policías, chico y chica, me preguntan si me han leído mis derechos, les respondo que no, solo me han dicho que tengo derecho a un abogado, les resulto graciosa, ese es nuestro derecho además de un teléfono de contacto. Aprovecho para decirle a la chica que no recuerdo bien mi número que lo contrasten con el que Alf ha dado a ver si coinciden, si no, les doy otro número para que avisen a alguien. Nunca más vuelvo a verla.
Al menos me dicen que me asignan un abogado de oficio y de paso me entero de que sólo pueden detenernos un máximo de 72 horas luego pasaremos a disposición judicial donde se determinara si salimos en libertad o vamos a la cárcel, no debemos olvidar que hemos asesinado a un policía. Insisto en contarles la historia de nuestro accidente, no es relevante.
Mis problemas con la regla aún no se han solucionado así que cuando veo al urbano que me llamo engendro le cuento de nuevo la historia, parece dispuesto a echarme una mano y al rato, una hora, dos o tres después aparece con varios fragmentos de papel de cocina, bueno, menos da una piedra…
El tiempo pasa despacio igual que la plantilla completa de Mossos de escuadra de Barcelona que desfila constantemente por nuestras celdas para quedarse con nuestras caras de asesinos, insultarnos y amenazarnos.
Hoy estoy mejor que ayer y entablo conversación con mis vecinas de celda a ver si me entero de algo.
Resultan ser dos chicas muy simpáticas que estaban en la fiesta de Sant Pere y fueron detenidas aleatoriamente cuando salían de la casa, han tenido suerte y tampoco las han agredido en exceso, lo normal, porrazos y empujones.
Una de ellas es de Barcelona y era la primera vez que iba a una rave okupa, la otra nena es alemana, tiene 29 y esta algo más curtida en el tema, además es la novia de uno de los detenidos. Las niñas han dormido sin colchón y sin manta. Me cuentan que salían de la okupa sobre las seis da la mañana y que hubo algo de follón porque la gente se quería ir y la puerta estaba cerrada así que en un momento dado alguien la abrió y salieron todos en estampida para encontrarse de bruces con una agitada guardia urbana, y hala, a correr...resultado: paliza, detención y al calabozo de cabeza sin ninguna explicación.
Les cuento nuestra historia y no dan crédito, de paso me dicen que no me toque el ojo... esta muy hinchado, parece que me hallan dado un puñetazo de verdad.
Como parece que podemos comunicarnos sin problema ya no paramos de hablar en todo el día, es la mejor forma de matar el tiempo y tratar de olvidar un poco la situación que nos atrapa.
El madero que me llamó engendro se anima y se une a nuestras conversaciones varias veces, básicamente le tira los trastos a la chica alemana, el tipo flirtea y de paso aprovecha para criticar sin pudor nuestra supuesta forma de vida y nuestro aspecto, y en su infinita sabiduría nos da hasta algún consejo de belleza, léase consejos de peluquería.
En fin, mucho de peluquería y luego no saben distinguir entre una siniestra y una punky y eso que hace unos añitos el estado se gasto su dinerito en instruir a nuestra policía en tribus urbanas, o fue en secretos de belleza...
En algún momento del día, se nos comunica que los abogados de oficio que hemos solicitado están apunto de llegar, hemos de decidir si queremos o no declarar. Me contaras que sabré yo lo que es mejor, si declarar o no. Ahora pienso lo bien que me habría venido ver alguna de esas películas sobre juicios y menos ciencia ficción..., no, si ya me lo decía mi madre.
Vuelve a fluir el tiempo a su antojo hasta que dos Mossos me ordenan acercarme a la puerta de mi celda para esposarme, sacarme y llevarme ante mi abogado. Me llevan a una habitación muy cerca del mostrador donde se sientan entre otras cosas a fumar los Mossos que están de guardia, allí están mi abogado y dos policías más, uno de ellos sentado ante una maquina de escribir.
Me preguntan si quiero declarar, según los Mossos y los polis que vinieron a leernos nuestros derechos es mejor que no declare porque todo lo que diga aquí voy a tener que repetirlo ante el juez y lo único que va a hacer es alargar más el proceso, así que decido no hacerlo, me preguntan de nuevo algunos datos y me dejan sola con mi abogado.
Al fin veo un poco de lucidez en el asunto, procedo a explicarle con pelos y señales todo lo acontecido hasta el momento y aprovecho para pedirle un cigarro, llevo al menos dos días sin fumar, que por supuesto no tiene y que si tuviera tampoco me podría dar, aquí esta prohibido fumar.
Parece que alguien me toma en serio por primera vez y además me entero con certeza de lo que ha pasado, me tranquiliza pero de momento parece que no nos llevaran a declarar hasta el lunes.
Tras el trajín matutino de huellas, fotos y declaraciones vuelven a darnos de comer, otro sándwich de sabor indeterminado y un vasito de agua, ah! y un poco de papel de cocina, no se me vaya a olvidar...
Las horas pasan despacio, los Mossos pasan despacio, la vida se detiene para nosotros.
El madero experto en trucos de belleza insiste en parlotear con nosotras y seguir vacilando con la chica alemana, de paso ha aprovechado para registrar entre sus pertenencias y quedarse con una foto que saco de su cartera, me muero de asco, me retiro de los barrotes de mi celda y me siento al fondo, donde no pueda verle ....pero me insta a acercarme y no me queda mas remedio que tragar, con todo su valor me pregunta que opino de la policía...,esto, mejor no lo escribo.
Nos comentan que en el exterior de la comisaría se ha congregado un grupo de guarros como nosotros para apoyar nuestra causa. En algún momento se acerca un policía a mi celda y me dice que mi padre esta en la comisaría, ha venido a traerme compresas, alucino en colores y no me lo puedo creer, el poli dice que se habrá enterado por las noticias y habrá cogido un avión...el alma se me cae a los pies...
Finalmente no es mi padre, es el de una de las compañeras, el hombre que en algún momento de su vida también fue detenido injustamente trae ropa limpia y compresas gracias a la información de los abogados.
Mi compi me cede honorablemente los productos de higiene femenina, que los urbanos proceden a racionar como si fuera comida, no vaya a ser que intente suicidarme tragándome una compresa con alas.
Y así pasa el día hasta el momento de la cena, otro sandwich plastificado.....
La noche tuvo su punto divertido, cuando se produce el cambio de turno viene a visitarnos un Mosso bastante enfadado, nos comenta amigablemente que le hemos jodido su día libre y que por tanto no piensa trabajar, textualmente dice que no piensa darnos ni agua. Y así fue, aunque en mitad de la noche debió invadirle un espíritu curri y se entretuvo en tirar de la cisterna de nuestros respectivos baters, que se encuentran en el exterior de las celdas, así como en pasar revista para ver si estamos todos, cuando oímos nuestro nombre debemos contestar presente en voz alta, madre mía no quiero ni pensar las macabras historias que estas paredes esconden...
Al rato vienen a sacarnos de las celdas, nos ponen en fila y nos llevan a un furgón de metal como el que nos trajo hasta aquí, parece que nos trasladan, hoy no hay desayuno.
Esta vez me meten en el furgón con las chicas aunque no podemos hablar porque de nuevo se impone la ley del silencio, el viaje es incomodo, esposadas y sin poder agarrarnos a ningún lado, de nuevo humillaciones, gritos, insultos y mentiras, vuelven a decirnos que el policía agredido esta muerto.
Por el camino vemos amanecer así que esta claro que es lunes por la mañana. Nos trasladan hasta los juzgados de Arc del Triunf y una vez allí cuando todos los Mossos, urbanos, policías y demás protectores de la ley han visto bien nuestra cara nos encierran de nuevo en una celda. Cuando hacemos el paseíllo que nos conduce hasta nuestra celda volvemos a meternos en una película, se oyen silbidos y piropos brutales varios, me recuerda la primera vez que entre en el Medea....
Esta vez hay suerte y no me encierran sola, voy de cabeza al calabozo con mis dos compañeras y una prostituta rumana muy simpática y muy joven que nos alegra la mañana contándonos sus infortunios en estas tierras del señor.
Por suerte tenemos un lavabo en la celda así que lo primero es lavarnos manos y cara, porque sinceramente ahora si que parecemos delincuentes, despeluchadas, sucias, malolientes y famélicas, y entre esto y que encima soy la más mayor de los detenidos, cabecilla punki de la rebelión y novia de Alfredo... por lo menos que me peine un poco antes de ir a declarar.
Ahora estamos encerradas con mucha gente en las celdas de alrededor. Hay mucho follón yde unas celdas a otras, así que aprovechamos para hablar con los chicos de los que no sabemos nada desde que nos encerraron por primera vez. Nos tranquiliza bastante oír sus voces, parece que todos están bien.
Y de nuevo a esperar. Nuestra nueva compañera se distrae ligando con un chico de la celda de enfrente que lleva encerrado en la cárcel unos cuantos años y en unas horas volverá a terminar su condena en la prisión donde reside, nosotras mientras aprovechamos para parlotear.
Pasadas varias horas nos traen la comida. Esta vez es un bocadillo de jamón york y una manzana, se nos saltan hasta las lágrimas de la alegría, no necesitamos agua, tenemos toda la que queremos....
Ahora solo podemos esperar hasta que nos llamen para declarar. Como siguen trayendo detenidas trasladan a la chica rumana a otra celda y nos dejan a las tres solas. Nos sentamos en la grada y nos abrazamos un poco para darnos calor, ánimos y algo de tranquilidad.
Pasa algún tiempo, se acerca un policía a nuestra celda y me saca fuera. Pensamos que me llevan a declarar, las niñas me abrazan y me desean suerte, pero sólo viene a decirme que han encontrado hachis en mi abrigo. Otra vez alucino, el tabaco donde supuestamente estaba el hachis se quedo en la comisaría de las Ramblas en el cubo de basura con algunas de mis otras pertenencias. No puedo creer que este de nuevo en mi bolsillo !!!!!!!
En fin, otra multa más. Al menos me devuelve el abrigo y lo podemos usar para taparnos.
Pasan muchas horas hasta que vamos a declarar. Por fin vienen a buscarme, me esposan y me conducen por unas escaleras hasta el piso superior que es un hervidero de abogados, fiscales, jueces y detenidos.
Cuando llega mi abogado me quitan las esposas y me meten en una sala donde esta la jueza, el fiscal y algunos abogados más de los detenidos que están con nosotros. Les pido una bolsita de plástico o algo para no sentarme directamente sobre la tapicería impoluta de la silla que me ofrecen, no se en que condiciones están mis pantalones pero allí donde me siento dejo huella, la marca de la casa....
Me dispongo a declarar. Cuento mi historia y mi sorpresa es mayúscula cuando oigo a la jueza decir que soy una desarraigada, que estuve en Sant Pere con Alfredo agrediendo al policía herido y que después tuvimos el accidente de bici. Insisto en mi versión. No soy okupa, no soy punky y no soy una desarraigada. Hablo también de todos los testigos....la jueza esta muy enfadada y no cree nada de lo que le digo.
Toma la palabra el fiscal que solicita prisión hasta el juicio y una pena mínima de dos años, no doy crédito. Mi abogado hace un par de preguntas y fin de la declaración, me dice que volverá para hablar conmigo cuando este otra vez en el calabozo. Nunca más vuelve.
Se me nubla la vista, comienzo a tener miedo de verdad y trato de asimilar de alguna manera que quizás no salga de aquí.
Cuando termino de declarar me preguntan si quiero ver al médico del juzgado. Me parece buena idea que alguien le eche un vistazo a mi ojo, así que me dejan esperando en un banco. Cuando paso a la sala lo primero que me dice la doctora es que si quiero metadona !!!?????, por supuesto le digo que no, aunque tal y como están las cosas me lo pienso... vuelvo a explicarle mi caso, me mira el golpe y de paso le pido una compresa. Fin de la visita.
Cuando regreso a mi celda se me saltan las lágrimas de terror. Las chicas se portan genial, tratan de tranquilizarme y darme ánimos, nos abrazamos y gastamos bromas.
Pasan más horas y cuando me entero de que Alf a vuelto de declarar le pregunto como ha ido. Estamos jodidos, a él tampoco le creen...se nos quitan las ganas de hablar.
Poco a poco vamos declarando todos. Es un proceso lento. y en el transcurso se vacían por completo los calabozos del juzgado. A medida que pasan las horas se nos escapa el optimismo.
Vuelven a sacarme de la celda una vez más. Esta vez me llevan con Alfredo a una sala con una rueda de reconocimiento, allí la policía judicial vuelve fotografiarnos en todas las posiciones posibles y desde todos los ángulos. A estas alturas nuestras fotos deben estar al alcance de cualquier protector de la ley de la ciudad.
Llega la hora de la cena. Los policías nos explican que no tienen comida en el juzgado a esta hora porque es muy tarde y nunca suele haber nadie, nosotros somos un caso especial. Al final encuentran algunos bocadillos que sobraron de la comida. Les pedimos que los repartan entre todos, no es justo que solo comamos nosotras.
Hacia las doce de la noche la jueza dicta sentencia. Un policía viene a buscarme. Las niñas me abrazan y me desean suerte, han memorizado un teléfono para avisar a una amiga sino salgo de aquí, ni siquiera se si alguien sabe donde estamos.
Me llevan ante una mesa y el mismo fiscal que pidió prisión para mí hace unas horas me comunica que puedo recoger mis cosas y salir en libertad con cargos. Debo volver una vez a la semana a firmar al juzgado, sino lo hago se me pondrá en busca y captura...Ni siquiera le entiendo cuando me habla, solo quiero salir de aquí.
Dos policías me custodian hasta un portón de metal. Abren la puerta y me dejan libre. Cruzo un patio grande, atravieso otra puerta de metal y me encuentro en la calle. Miro al frente y os veo a todos esperando y achuchando a Alfredo que también acaba de salir.... Besos, abrazos y un montón de cariño. Suspiro de alivio y creo que es el fin de esta terrorífica pesadilla. Nada más lejos, esto acaba de empezar.
Solo una cosa más. Mi corte de pelo el más famoso de toda la ciudad. Parece increíble pero me acusaron de homicidio y posteriormente de atentado contra la autoridad por los pelos. Y que yo sepa, el hábito no hace al monje. Pero en fin, el refranero es una mierda.
Abuso de poder, agresiones físicas y mentales, mentiras, detenciones ilegales, malos tratos, estado policial… me parece increíble que pueda formar parte de esta broma asesina porque mi aspecto en este planeta NO ES NORMAL!!!!!! .
El juicio se celebró dos años después. Era un juicio político que de antemano ya teníamos perdido. El resultado fueron tres años de cárcel.
Actualmente esperamos la apelación en el Tribunal Supremo de Madrid.
Seguimos yendo a firmar cada quince días.
Patricia Heras Méndez
(3 de Febrero del 2006)
Aquí su blog donde publicó este texto.
Alfredo y yo fuímos condenandos a 3 años y 6 meses y 3 años de cárcel respectivamente por un supuesto atentado contra la autoridad consistente en arrojar una valla de metal contra un agente de la ley, la cual voló por los aires, cayo al suelo, se desplazo arrastrandose y choco contra la pierna de un Guardia Urbano causandole un moratón. Dicha valla jamás apareció. Nosotros nunca estuvimos allí.
Recurrimos la injustísima sentencia al Tribunal Supremo de Madrid para intentar demostrar que todo era una gran mentira, cosa que no nos dejaron hacer en el juicio de Barcelona.
El recurso con vista previa, algo inusual en el Tribunal Supremo, se celebró en Madrid el pasado 3 de junio y el resultado fue la ratificación de la sentencia impuesta por la Audiencia Provincial de Barcelona, es decir, el Supremo nos condena a la misma pena de cárcel.
La pena por un atentado contra la autoridad para alguien que no tiene antecedentes penales es como máximo de dos años, pero nos encontramos inmersos en un juicio político y mediático en el que se nos escogió al azar como cabezas de turco para castigar no sólo una serie de desafortunados altercados ocurridos en la via pública el 4 de febrero de 2006 sino también a todo un movimiento que el Gobierno Catalán pretende frenar a toda costa.
El siguiente paso a seguir por las "autoridades competentes" es la orden de ejecución de la sentencia, es decir, nuestra inminente entrada en prisión.
Todo esto nos lo comunicaron el miércoles pasado, 15 de julio, y puede que la ejecución se realice esta misma semana.
Lo único que podemos hacer ahora es solicitar un Indulto al Gobierno Español,
en algunos casos mientras se estudia si se llevará a tramite o no dicho indulto se aplaza la ejecución de la sentencia.
Si esto no sucede vamos a la cárcel ya.
Por supuesto también recurriremos la sentencia del Tribunal Supremo ante el Tribunal Constitucional pero esto tampoco impide la ejecución de la sentencia ni nuestra entrada en prisión y para cuando el Constitucional resuelva el amparo de recurso pueden haber pasado 5 años...ya habríamos cumplido la condena.
La cosa esta muy fea pero seguimos con ánimo y sonrisas y por supuesto luchando por nuestra inocencia hasta el final.
Desde aqui daros las gracias a todxs los que llevaís años, meses o dias apoyandonos en este proceso, dandonos vuestro cariño, movilizandos con nosotros y trabajando en todo lo necesario.
También desde aquí todo mi apoyo a Rodrigo, cuya pena de carcel fué aumentada a 5 años por el Tribunal Supremo, lo cual supondría su vuelta a prisión,
así como a su madre, Mariana, que ha hecho un poco de madre de todos nosotros y lleva años dejandosé la piel en este proceso injusto y falso.
Seguimos recogiendo firmas hasta esta tarde...muchas gracias a todxs.
Seguiremos informando.
Besos y sonrisas.
Patricia Heras.
es decir, la orden de ingreso en prisión de Alf y mía.
Se ha presentado en Madrid la Solicitud de Indulto ante el Ministerio del Interior
y el lunes se presenta en Barcelona, y de nuevo ante la Sección Octava,
la Suspensión de dicha ejecución por la presentación del Indulto.
La Audiencia tardará tres días máximo en resolver.
Cómo suponemos no aceptarán una suspensión de la condena,
ya que entre otras cosas no existe jurisprudencia algúna hasta el momento,
el siguiente paso será imponer un nuevo recurso por nuestra parte en un período de 3 días que tardará de nuevo máximo 3 días en ser resuelto.
En resumen, aún tenemos un par de semanas más de libertad.
Aprovecho de nuevo desde aquí para dar las gracias a todxs los que nos estaís ayudando, apoyando, asesorando y empujando en esta puñetera cuenta atrás.
Una abrazo y una sonrisa.
El lunes empezó raro, por no atropellar a un transportista que cruzó alegremente la calle Princesa sin mirar, acabo tirada por los suelos. El tipo ni se molesta en ayudarme y encima se da a la fuga, aún no son ni las nueve de la mañana. En el trabajo los vasos y botellas se convierten en terroristas suicidas a mi alrededor, la máquina de moler café se ahoga, saltan tres veces los plomos y se va la luz, Internet se cuelga, se queman los croissants. Cuando vuelvo a casa me choco de pleno con un yonki atravesado con una bici calentita en plena calle, con el subidón de metadona intenta esquivarme moviéndose en mi misma dirección, chocamos, se disculpa, sonríe… y a mi me da por pensar que mejor me voy a casa y no salgo más, que la cosa pinta extraña.
En algún momento de la tarde suena el móvil. Llaman de la Audiencia Provincial, nos citan el miércoles para informarnos de la fecha de entrada en prisión. Me rompo como un espejo. Baile de mensajes, de mails. Necesario aislamiento para procesar.
El martes me voy a trabajar. Llueve, han bajado las temperaturas. Mi compañero y yo llegamos tarde y la señora de la limpieza, según su versión bajo presión, nos castiga con un regalito en forma de grupito de unos diez chavalxs de empalmada esperándonos dentro del bar antes siquiera de haber abierto.
El día comienza a espabilar y con él una procesión de alegres zombies en busca de cerveza fría y música. Al rato desfile de amigas con el ojo rojo. Con las horas la cosa se distiende y anima, nobleza obliga, tampoco es cuestión de amargarse.
Entre abrazos me encuentro con Itzi que ha devenido perra desde Pamplona a despedirnos…
El miércoles en la Audiencia nos conceden 5 días para elegir prisión y hacer el Ingreso voluntario, estrictamente necesario para poder pedir el Tercer Grado, -régimen semiabierto consistente en ir solo a dormir a prisión-.
Sin contar días lectivos, -amable concesión del funcionario que lleva nuestro caso-, tenemos tiempo límite hasta el miércoles 20.
Días de papeleos, fotocopias, burocracias, reuniones, abogados…y muchos mimitos…
El fin de semana me lo tomo con filosofía, salgo de borrachera con los amigos y acabo cocidita perdida en el Manolo, me paso por el festival de terror de Sitges a comprar camisetas, a despelotarnos un rato en la playa, a ver un documental maravilloso sobre Alucarda…El domingo celebro mi cumpleaños entre rumbas y vermuts con todas mis chavalas…y olé…rebobino y pienso que me he pegado un año brutal y maravilloso viviendo cada día como si fuera el último pendientes del jodío ingreso…
Merece la pena vivir toda esta mierda sólo por el cariñito que he recibido estos fatídicos días, chicxs sois la ostia!!!
Comienza de nuevo la semana, más reuniones, más abogados, más burocracias..ahhhh!!
La mejor abogada penitenciaria de la ciudad se encarga ahora de nuestro caso, asusta estar tan cerquita del final (¿).
El martes como estaba previsto hacemos cena de despedida en casa, mis morenazas, mis rubitas, la family…me acuesto temprano, estoy feliz pero también descolocada y mañana preveo histeria matutina.
Despierto atacadita perdida, con la maleta sin hacer, la lista con los teléfonos aún sin apuntar, bloqueada, estresada…salgo corriendo a la Audiencia a esperar que nuestra nueva abogada acabe su reunión con la sección octava, la que lleva nuestro caso, para entregarle los últimos documentos. Me llama a las 13.30 para decirme que el ingreso se aplaza hasta el lunes, el viernes tenemos la reunión con la Asistente Social que nos supervisará a cada uno en nuestra respectiva prisión, la mía finalmente Wad Ras, -a cinco minutos de mi casa, frente a la biblioteca dónde Diana y yo nos estudiábamos los exámenes de lingüística-.
Respiro aliviada, respiro con una sensación extraña de tortura psicológica aguda, me abrazo a mi Silvita y me echo a llorar de rabia, de impotencia, de miedito…
Tardo varias horas en volver a procesar, necesariamente todo vuelve a seguir su curso, cada uno vuelve angustiado a su vida, yo no sé muy bien que hacer…
Opto por lo mejor, paso los días con todxs vosotrxs, rodeada de abrazos, cariño, besitos, te quieros, llamadas, mensajes, mails….cañitas, alegría, sonrisas…
La entrevista con la Asistente Social fue bastante bien, no damos el perfil de delincuentes, conocen el caso, supongo que saben…hay esperanzas de tercer grado inmediato aunque aún nos quedan por pasar todos los exámenes de la Comision de Tratamiento Penitenciaria que será la que proceda a clasificarnos para designarnos un modulo en el trullo y a partir de ahí...velitas a la Virgen del Rocío, que también era un tio!!!!
Me despido desde aquí con un millón de besos, de abrazos y de sonrisas…a partir de ahora del blog se encarga Diana Pornoterrorista que hará lo posible por ir contando lo que me suceda entre rejas.
Muchas gracias a todxs, mis chavalxs, os quiero un montón a todxs, por quererme como soy y por estar siempre cuando la lío parda….
Silvita tú también…
Muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
En virtud de favorecer con mi inserción en lo que tan bien describía Freud como la integración social, o sea la capacidad de trabajar, me han concedido un tercer grado sujeto impepináblemente a un contrato laboral que “gracias a las diosas” no me han proporcionado ellos mismos, que se jactan de reinsertar a su población penitenciaria con educativos talleres tutoriales consistentes en arraigar de forma mucho mas contundente los principios básicos de una femineidad servil basados en la Contrarreforma del siglo xvii , -léase Posa´t Guapa y Macramé-,
e integrando además a las favorecidas que como yo han logrado el estado de gracia que supone un régimen en sección abierta en voluntariosas fábricas que proyectan su futuro inmediato hacia la ingesta masiva de drogas varias de curso legal dadas las precarias condiciones y el uso de fibra de vidrio letal que debido a sus irrisorios salarios ni siquiera podrán pagar.
La maquinaria sigue así en marcha y recupera el malgastado dinero empleado en proveer de servicios mínimos a una comunidad que aunque jamás se reinsertará,- ese no es el fin- contribuirá al menos a devolver cada céntimo invertido con el sudor de su explotada frente y el consumo de drogas de las que jamás se le privará en virtud de una mansedad necesaria para, quizás cuadruplicar la inversión?
En fin, que de mi Casita del Estado llenita de cámaras de esas de espiar me dejan salir cada día cuando el sol despunta para ir a trabajar y los findes libres para que medite.
Si soy una niña buena, hago la cama, limpio, no llego tarde ni hago cosas malas amén de delinquir, -habrá que pegar un repaso a todo lo que es delito y no sabemos…no la vayamos a liar por estar alegremente un día correteando en tetas o de revolcón en cualquier funeraria-, iré acumulando guays y me dejaran llegar más tarde a casa, que será síntoma de madurez.
Ay si me viera mi madre, qué orgullosica!!!
Seccionadita y abierta...en canal...
De momento a salir de mi aislacionismo, mas severo que nunca, readaptarme paciente a una realidad que se me antoja perturbadita perdida algo difusa...
y a disfrutar de la calefacción central.
Como dice mi Klau no sólo me han metido a mi en la cárcel, nos han metido a todas
y todas nos tenemos que recuperar...
y lo primerito es volver a ponerle banda sonora al devenir con calcetines de cuadros, botazas y olé.
Un abrazo enorme chikxs ha sido bien bonito...
Nuestra amada Patri dio ayer un último impulso para saltar después de no poder sobrellevar otra insoportable caída, caídas constantes que le venían atormentando desde la detención por el caso del 4F, pero esta vez no fue para levantarse, sino para dar un valiente y triste salto al vacío, un último impulso de salto para arrojarse por la ventana de su casa y acabar de una vez con su tormento. La perdida de Patri nos ha dejado con desconsuelo un dolor amargo al perder también un sueño de libertad y de justicia, sin embargo no existe el silencio, siempre hay un grito al cerrar los ojos, Patri no te olvidaremos.
Sala n°20 del Tanatorio de Collserola- DIRECCIÓN y COMO LLEGAR:
http://www.sfbsa.es/Instalacions/Tanatoris/tan.asp?tanatori=Collserola#
Hasta mañana por la mañana no sabremos seguro si nos dan el permiso de incineración, si hay algún cambio avisaremos.
Mañana Jueves 28: 18-21h
Viernes 29: 8-16:15h (Incineración a las 16:15h)
Estoy segura de que a Patri le gustaría una despedida con espíritu profano y provocador, gamberro y guerrero.. sería maravilloso vestirnos de gala y despedirnos de ella como ella se merece, con una fiesta en el Tanatorio por todo lo grande..
POESÍA DE LA POETA DIFUNTA
De
...de rotas noches,
de bailar bonito y silencioso,
de perdida, de gozo y de derrota.
De tres en tres,
de cuidados que no quiero
y de suerte.
De paciencia que se me va y me vuelve loca,
de, de, de...cosas que no pueden ser...
de corazón des-h-echo.
De ira,
de rabia,
de arrebato y de destrozo...
que sólo quiero ser invisible,
y ni si quiera eso,
deshacerme en átomo.
Extraña, extraños sentimientos que nos empujan
y hay dolor, dolores
y en el pecho...delirios y derrotas,
de lirios y de rotas...
Psicopatología del delirio
No me acostumbro al dolor,
ni al palpito angustioso del circular de mi sangre
o al entrecortado boqueo que desnutre mis pulmones.
No me acostumbro al dolor,
ni al opresor rigor mortis de mi cadáver aún con vida.
Mi reino esta inerme y vencido, envenenado,
como todo mi ser
que se retuerce indefenso ante el cruel ataque
de una absurda realidad,
un sueño de humo, fatuo,
un ojo ciego,
un sufrimiento largo y lento, en vano.
Me entierro en vida y amargas pesadillas me impiden morir,
me abofetea la rabia, se alimenta de mi misma,
me hiere de humillación, me mira soberbia
y me escupe a la cara una culpa que me pertenece,
inhumada por mi propio miedo.
Me sé vencida
Patri no quería vivir mas, cansada de afirmar su inocencia, no quiso amordazar más una opresión tan humillante que le privaba injustamente de su libertad.
No quería seguir viviendo sin dejar de sonreir..
vivir sin sentir, sin ilusiones..
estaba decepcionada.
Patri tuvo ovarios para decidir hasta cuando..
Estoy rabiosa, el dolor es intenso y me escuece, no quiero quedarme con los brazos cruzados, he vivido esta interminable pesadilla desde el comienzo, llena de decepciones, sentimientos de impotencia, desmoralizadora e implacable donde hemos tenido que sacar fuerzas y energías revividas desde muy adentro, buscar espacios de resistencia para seguir luchando por la inocencia de nuestra amiga.
Sentimos con total derrota que la perdida de Patricia nos ha dejado sin consuelo un amargo silencio y una angustia que nos costará tiempo superar, ya que con la muerte de Patri, todas hemos perdido algo de ansiada justicia y libertad.
Desde lo mas profundo mi rabia me niega cualquier posible resignación autocomplaciente, me obliga a denunciar este crimen desalmado cada vez menos silencioso y a seguir luchando hasta destapar totalmente esta despiadada falacia política que siempre ha infestado sin miramientos cualquier investigación sobre todo lo sucedido sobre el caso del 4f.
Macabro juego dirigido a su merced y antojo de corruptas calumnias inventadas con sed de venganza incierta en donde se rifa la libertad de algunos inocentes, jugando con los seleccionados con más bajos resultados de clase y raza, la apuesta mas segura y factible para realizar una fácil, acallada y óptima opresión adornada de múltiples mentiras, presa de caza de sencilla manipulación con el único objetivo de esconder un proceso de labor policial lleno de irregularidades y culpable de un delito de incumplimiento de normas que no va a asumir si puede esconderse y encontrar a alguna persona que asuma una fácil opresión sin ninguna opción a poder escoger protegerse de tal perverso ataque corrupto de injurias manipuladas que se hace mencionar sin miramientos ni reparos como Justicia.
El estado utiliza todas sus armas, manipulación mediatica, ensordecimiento de cualquier noticia desprovista de todo ánimo de protesta, reduciendo a esta a algo insignificante y anecdótico, el miedo, el control policial (el ejercito de hormigas con soporte de marionetas bien instruidas para radicalizar y cumplir cualquier mandato del orden procedente del control político de algún ministerio que otorgue objetivos e intereses económicos casi siempre basados en patrones de normalidad)...
Y que haces cuando sientes que eres un insignificante insecto diminuto...?
COMUNICADO DESDE CERCA DE PATRICIA
Patricia estaba desde febrero de 2006 atada a una acusación incierta y una sentencia de culpabilidad totalmente injusta y desacertada. Por culpa de esta situación tuvo que pasar dos años esperando un
Queremos expresar que Patricia no formaba parte ni del movimiento anarquista, ni punk, ni okupa, ni antisistema, ni nacionalista. Que era una mujer transfeminista y gótica, siniestra, romántica, madrileña
A las personas más cercanas, en estos momentos, nos es muy difícil sobrellevar la presión de algunos
Queremos con todxs vosotrxs denunciar esta injusticia y que se conozca su caso, el 4F. Nos gustaría
Reclamamos a toda la gente interesada por el caso de Patricia paciencia y comprensión, solidaridad
Queremos que la historia de esta injusticia llegue lo más lejos posible y sirva para dar a conocer que el sistema legal está podrido y que es profundamente necesario un cambio en todo esto.
Mientras nos vamos despertando de esta pesadilla haced lo que el corazón os pida pero sin faltar a la
Os pedimos, mientras, que si queréis informar sobre el caso os remitáis a su blog (http://poetadifunta.blogspot.com), porque sólo ella sabía lo que sentía, que os remitáis a su poesía,
Nosotrxs, su familia, su manada, os agradecemos todo el interés y el cariño, la energía y la fuerza que nos da saber que hay tanta gente que se solidariza con su caso. Y en la más sincera confianza os decimos que contéis con nosotrxs para lo que sea y que nos deis un poco de tiempo para digerir este palo tan grande. Cuando nos recuperemos, estaremos más fuertes que nunca, con ganas de luchar renovadas.
Gracias,
Diana J. Torres, Helen Torres, Rosa Ferrón, Flori Araujo, Ceci Puglia, Claudia Ossandón, Andy Clark,
Os adjuntamos algunas fotos suyas, para que como nosotrxs tengáis presente su cara.
"Absolución"
He ahorcado a mi inocencia.
Su orgullo adolecido aún voraz no impide que se mee encima,
su belleza efímera,
expira con los últimos latidos suplicantes.
Perdida entre flujos corporales viscosos y detritos.
La he visto patalear rabiosa e indefensa hasta morir,
parecía más humana que yo,
en su rostro desfigurado leo un pánico sumiso y crudo
que me arde entre las piernas...
Le he cortado el cuello a mi ilusión,
la colgué de un semáforo ciego
y vi cómo se desangraba incrédula,
borboteando nerviosa,
vi el dolor brillar muy cerca,
se fue apagando velado tras su mísero destino.
Abro la caja y está vacía.
VIERNES 6 DE MAYO DE 2011
El suicidio a finales de abril de Patricia Heras, una de las condenadas por el
David Fernández / Barcelona.
Patricia Heras fue juzgada en 2008 y condenada a tres años de prisión, a pesar de los
Desde entonces hasta ahora, no ha habido ni una sola declaración institucional sobre
Caso 4-F: historia de un tiesto
El 4 de febrero de 2006 resultó gravemente herido un agente de la policía local, que
Desde los hechos hasta el juicio, la versión oficial ha cambiado ostensiblemente.
Clos reiteró esa versión en la vigilia del juicio, en el año 2008, y ello reviste especial
Las irregularidades aumentaron hasta la sentencia definitiva: ausencia de pruebas,
Detenida en el hospital
El caso de Patricia Heras, que siempre defendió su inocencia, era tal vez el más
La madrugada del 4 de febrero, Heras y un amigo sufrieron un accidente de
Incluso en este punto la versión policial ofrecida por los agentes es contradictoria:
Y es que los grupos de apoyo a los procesados siempre han sostenido que los ocho
Mientras eso sucedía, llegaban a la calle las voces de las mujeres presas que
La FAVB ha exigido una inmediata reapertura del caso que aclare de una vez lo
EN SUS PALABRAS Y EN PALABRAS DE SUS AMIGAS
“Mi reino está inerme y vencido, envenenado,
como todo mi ser
que se retuerce indefenso ante el cruel ataque
de una absurda realidad [...]
un sufrimiento largo y lento, en vano.
Me entierro en vida y amargas pesadillas me impiden morir,
me abofetea la rabia, se alimenta de mi misma [...]
Me sé vencida”.
“Tras el juicio en la Audiencia Provincial de Barcelona, y tras dos años de
4F ÚLTIMAS NOTICIAS, publicado en su blog el 4 de septiembre de 2009.
“Lo más duro son las entrevistas con los diferentes miembros de la junta de
Cartas desde Wad-Ras, 13 de enero de 2011.
“[...] La biblio aquí es más como un bar pero sin alcohol, lo mismo se pelean
Cartas desde Wad-Ras, 7 de diciembre de 2010.
“Queremos expresar que Patricia era una mujer transfeminista y gótica, siniestra,
Comunicado desde cerca de Patricia Heras, 6 de mayo de 2011.
“A veces la iba a ver a su trabajo, me abrazaba entusiasta pero me decía lo difícil que
“Habéis tratado de corromperlos, de hacerlos mentir con promesas de libertad para
Carta abierta al alcalde de Barcelona Jordi Hereu, de Mariana Huidobro, Barcelona,
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CARTA ABIERTA
AL ALCALDE DE BARCELONA JORDI HEREU
Señor Jordi Hereu:
Este martes 26 de abril del 2011 se suicidó Patricia Heras,
una de las encarceladas por
el caso de Sant Pere mes Baix.
refiero.
y que
había
sido
precintada. Los vecinos reclamaban por
el
ruido y se
salieron
de l
a
fiesta.
Mas tarde, se detuvo a Patricia y a un amigo
Esa mañana la policía entrego un informe al entonces Alcalde
de Barcelona, Joan Clos que, como el mismo ha incluso
ratificado
años después, decía que
“una maceta lanzada
desde
el
interior
del edificio” había herida al policia.
luego
que
usted, señor Hereu si lo sabe.
Usted era entonces
Concejal
de Seguridad y
Movilidad del
Ayuntamiento
de
Barcelona,
y es lógico que en una
situación
tan grave,
este
informe
halla seguido su curso correspondiente
antes
de
llegar al
Interior, Montserrat Tura.
Pero claro, había un policía gravísimo, y el Ayuntamiento
era propietario del edificio desde el que se lanzo la maceta,
ademas de responsable de haber
enviado a cuatro policías,
sin protección,
a un lugar
donde habían mas de
1.500
personas.
culpar a
las personas detenidas al azar y,
de esta manera,
sacarse la
responsabilidad
d
e encima
y comunicar
con
bombos
y
platillos que “justo”,
increíblemente,
se había
arrestado
a
todos
los culpables
del
culpando de lo
mas grave a los
sudamericanos.
Pero ustedes, para quitarse la responsabilidad, en vez
de investigar lo sucedido, que es lo que todos siempre
hemos pedido, cambiaron los hechos,callaron la prensa,
culparon a los mas débiles y luego pintaron la situación
con bonitas palabras. Le dijeron a la mujer del policía y a
sus hijos que fue Rodrigo quien lanzo una piedra
(la segunda 'versión es de una piedra lanzada desde la
calle, así podían acusar a alguien que detuvieron allí y
que no estaba en la fiesta).
A los tres sudamericanos se los tuvo dos anos en prisión
preventiva. Le recuerdo señor Hereu, que hicimos
hasta una huelga de hambre para pedir justicia.
Le recuerdo que prometió en publico recibirme,para
luego no hacerlo.
Se realizo una farsa de juicio, porque la sentencia de
culpables ya estaba escrita tanto por usted como por la
señora Tura.
Se apelo al Tribunal Supremo que ratifico la sentencia.
Se pidió un indulto.
Nada.
Los cinco principales acusados tenían que entrar a
prisión Rodrigo ya ha cumplido mas de tres anos preso.
Esto le paso a los 21, ahora tiene 26.
Patricia entro en octubrea la cárcel.
Salió dos meses después en tercer
grado. Tenia que ir a dormir
a la cárcel y trabajar durante el día.
A veces la iba a ver a su trabajo, me abrazaba entusiasta
pero me decía lo difícil que se le hacia ir a dormir a la
cárcel. Ya se que no le interesa, pero igual se lo digo.
Patricia tenia una mirada tan transparente que la ocultaba
entre dos rizos, porque era un mirar abierto,de un espíritu
hermoso y bueno, pero herido y sufriendo.
Patricia era un ángel que necesitaba sus alas
para volar, y ustedes se las cortaron. Yo puedo entender
a los policías que mintieron, acusando a los chicos,
porque eran amigos del policía herido y necesitaban
descargar su rabia con alguien. Lo podría entender,
pero no lo acepto.
Lo que no puedo ni entender ni menos aceptar es
planificar un montaje para culpar a inocente, lo que
hicisteis vosotros, los políticos.
Usted la mato, señor Hereu, la mato su cobardía, su
falta de carácter y sentido de la justicia, su
inmoralidad como político representante de todos
nosotros desde su protegido ministerio.
La mato Montserrat Tura, por los mismos motivos.
Es culpable de su muerte también Joan Clos, que no
hizo nada ni fue al juicio para ratificar lo que ya había
dicho: que las acusaciones eran falsas.
También son culpables de su muerte la Jueza de
Instrucción Carmen García Martines, los jueces
de la Audiencia Provincial Jesús Barrientos Pacho,
Carlos Mir Puig y Jesus Navarro Morales y los jueces
del Tribunal Supremo D. Adolfo Prego de
Oliver y Tolivar, D. Perfecto Andrés Ibáñez, D. José
Ramón Soriano, D. Manuel Marchena Gómez,
D. Luis-Román Puerta Luis.
Todos vosotros matasteis a Patricia, y yo no se los
perdonaré jamas.
Los desprecio porque sois corruptos y malvados,
y les tengo lastima porque no llegáis ni a la sombra
de Patri, ni de mi hijo Rodrigo, ni de ninguno de estos
chicos y chicas acusados y castigados tan injustamente.
Habéis tratado de corromperlos a ellos, de hacerlos
mentir con promesas de libertad para probar el montaje
construido,pero no lo habéis logrado.
Patricia tuvo que volar en la libertad de la muerte.
Rodrigo está y seguirá luchando desde la cárcel, siendo,
como el dice, libre a pesar de los muros, porque en el mundo,
aunque ustedes no lo veáis, aun hay belleza, amor y valores,
aun hay personas que no se dejan ensuciar con vuestra
mierda y que, cada uno en su modo, son libres a pesar de
las cárceles.
Y yo, Señor Hereu, no pararé hasta que halláis pagado
vuestros
crímenes, a no ser de que tengáis un ápice de humanidad
e intentéis reparar lo irreparable.
Con desprecio.
Mariana Huidobro (madre de Rodrigo)
Barcelona, 28 de abril 2011
La lucha por la verdad es la lucha por la libertad
from mongui attacks on Vimeo.
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