Me voy porque la tierra ya no es mía,
porque mis pies están cansados,
mis ojos ciegos,
mi boca seca
y mi cuerpo dócil y ligero,
para entrar en el aire.
Me voy porque ya no hay caminos para mí
en el suelo.
Salí del agua, he vivido en la sangre
y ahora me espera el viento
para llevarme al sol...
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