LIMITE
Qué oscuro el borde de la luz
donde ya nada
reaparece.
RUINAS
Se abatieron los muros,
cayó el templo,
regresó el navegante
y volvió a partir.
Y nosotros inmóviles
mientras iba dejando la ceniza
en las manos desnudas
su temblorosa luz.
José Angel Valente.
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