sábado, 27 de octubre de 2012

LOS MEDICOS,
De Wikisource, la biblioteca libre ( Ensayo de Rafael Barrett)


¿ De qué viven los médicos? De los enfermos. El hecho es conocido, pero no solemos sacar sus evidentes consecuencias. Lejos de recompensar a los médicos por la cantidad de salud que gracias a ellos, o a pesar de ellos, pueda haber en el mundo, se les recompensa en razón de la cantidad de enfermedad que revisan. Sumad los dolores, las angustias y las agonías de la carne humana en los países civilizados a lo occidental, y previa una simple proporción, deduciréis lo que se abona a los médicos. El interés de todo médico es que haya enfermos, cuantos más mejor, como el interés de todo abogado es que haya gentes de mala fe y de mal humor, enredadores, tercos y tramposos. La lealtad de los corazones y el sentiiento de lo justo acabarían con los pleitos. También la higiene privada es para los médicos una epidemia.

Si constituyesen un gremio de moralidad media; si fueran hombres parecidos a los demás, correríamos grave riesgo. Cada cua provoca en el ambiente que le envuelve las transformaciones favorables a su existencia: el comerciante acapara, el periodista inventa, el político intriga, el banquero hace correr noticias, falsas o no, que ayuden a sus planes. Al médico le conviene que haya enfermos: es extraordinario que no procure producirlos. La medicina, incapaz de curar, no lo es de enfermar. Nada más sencillo que descomponer un aparato, por mucho que ignoremos su mecanismo. Pues bien, mientras los bolsistas urden la miseria y la desesperación de familias inocentesm y los empresarios industriales restablecen sobre la tierra una esclavitud peor que la otra, los médicos, según todas las probabilidades, renuncian al semihomicidio lucrativo. Si empeoran el estado de sus clientes es - fenómeno curioso- de un modo involuntario.

Les somos, a priori, grandemente  deudores de que, en general, se abstengan de intervenir demasiado en sus asuntos. Les hemos de estar muy agradecidos de que se mantengan en su papel de espectadores a veces poco afortunados. ¿ Y quién tiene la culpa de nuestra situación desairada? nosotros mismos. ¿ En virtud de qué razonamiento de topos hemos resuelto pagarles por visita?Ningún técnico es empleado a jornal; se le ajusta el precio de una obra concluída satisfactoriamente, y ! ay del ingeniero a quien se le cae el viaducto, o del contable a quien no le salen las cuentas! Era de sentido común convenir los honorarios en el caso unico de la curación. Un campesino muy avaro tenía a su mujer en cama desde hacía dos meses, y acosado por los vecinos, se decidió a llamar al médico:
-Que me la cure o que me la mate, le he de pagar peso sobre peso. La vieja falleció, y a poco, apareció el galeno a saldar su cuenta.
-¿La mató usted?- preguntó el aldeano.
-¡qué locura! Dios dispuso de ki que era suyo.
-¿ La curó usted?
-Desgraciadamente , no.
-Pues entonces no le debo nada.

Una medida de pública defensa sería publicar al lado de cada defunción acaecida en el día el nombre del médico. Se cuenta que uno de los judíos más ricos del mercado francés comenzó  a poner en práctica esta idea, utilizando la cuarta plana de un pequeó diario que arrendó no se sabe dónde, cuando no poseía un centavo aún. Chantaje tan ingenuo fué la base de su fortuna. La verdad es que se abre sumario ante una desgracia por imprudencia, ante un accidente complicado en esas muertes que con deliciosa ironía denominamos naturales. El problema es el salvoconducto del asesinado.

La objeción sencial al "control" consiste en que la ciencia es impotente para establecerlo. Ninguna persona medianamente ilustrada o que haya vista de cerca trabajar a los médicos, se hará ilusiones sobre los vagos recursos del azaroso arte de sanar. Un resfrío, media docena de granos, una jaqueca, he  aquí problemas terribles. Oímos, sin extrañarnos, que a los mejores facultativos se les mueren seguidos los enfermos, y que principiantes salvan a moribundos desahuciados por eminencias. No pasa mes sin que se renueven las teorías en curso. Los sistemas menos razonables encuentran éxito. Ignorantes iluminados enarbolan procedimientos estrafalarios, reúnen millares de dolientes y hasta los curan. Lo más conveniente para los enfermos que quieran gastar una cierta suma en la experiencia, es recorrer los consultorios, apuntar lo ocurrido en cada uno y comparar la anotaciones. ¿ Quién, ante el estado rudimentario de la fisiología y de la terapéutica, tiene derecho de acusar a un médico por torpe o criminal?

¿Será prudente adquirir en unas cuantas semanas las escasas nociones reconocidamente útiles que arroja la dedicina  moderna, y no acudir jamás a los médicos? Esto sería quizá lógico, pero indudablemente poco humano. Necesitamos la fe. Siempre, el que viene a tocar las llagas es el santo milagroso. Siempre se escuchan las palabras de consuelo. Si el médico no fuera sino un sabio, estaría perdido. Es un mago, un sacerdote. Trae los sacramentos en las botellas y frascos donde los farmacéuticos sin conciencia vierten sus innumerables proquerías. El médico es el enviado de la providencia. Su función es sobre todo religiosa.

La medicina, en su acción social, tan diferente de la quirúrgica, se aparta de la ciencia y seguirá apartándose mucho tiempo. Y durante mucho tiempo, los discípulos de Pasteur, que no era médico, lucharán en la soledad del laboratorio, antes que esaparezcan los actuales curanderos perfeccionados y sugestionados a la moda. Y aquellos fanáticos de la certidumbre que se acercan a los lechos de los hospitales, no llevan la piedad en la boca y la indecisión en el alma, sino la fiera curiosidad en los ojos y la muerte en lasmanos. Van a violar el enigma, a sacrificar a sabiendas un cuerpo dolorido, para ensayar la nueva hipótesis, la nueva sustancia. Delincuentes sublimes, roban la vida presente, como el amor, para cimentar la vida futura.

jueves, 5 de julio de 2012

Será por dinero ( Javier Sampedro en el diario El País )

Los 3.000 millones de dólares ( 2.400 millones de euros) que va a pagar Glaxo por sus abusos ilegales en la promoción de sus fármacos pueden parecer un golpe brutal para la multinacional farmacéutic, pero antes de ponerse a llorar hay que hacer un par de cuentas. Durante los años en que sus medicinas ahora caídas en desgracia estuvieron a la venta, Glaxo ingresó 17.543 millones de euros por sus ventas. De modo que la multa por vender fármacos de manera ilegal apenas supone el 11% de las ganancias obtenidas con esas prácticas. Con esos números, cualquier junta de accionistas aprobaría hacer lo mismo la próxima vez.
Más alentadoras resultan las disculpas y penitencias ofrecidas por la actual dirección de Glaxo, que ha hecho un esfuerzo manifiesto por distanciarsse de sus predecesores, que fueron los responsables de las malas prácticas que ahora se juzgan. Si cumplen su palabra, esa será sin duda la mejor noticia que habría salido de este escándalo. Porque lo que está en juego aquí no es el monto de una compensación económica, sino los mismos principios que hacen avanzar la medicina.
Manipular la información científica, ocultar los resultados adversos a la autoridad sanitaria y amañar los ensayos clínicos para servir a los intereses económicos de la empresa puede ser tolerable para los códigos de conducta mercantil a los que están habituados los ejecutivos de la Big Pharma. Pero la comunidad científica no puede admitir ese cáncer en sus engranajes más fundamentales. Los ensayos clínicos son la joya de la corona de la investigación biomédica. Su valor deopende vitalmente de su independencia de todo sesgo, y de que sus datos se presenten en las publicaciones médicas de una manera honesta y, si no ejemplar, al menos compatible con la decencia científica. O con la decencia sin más. La medicina es mucho más importante que los ingresos de los ejecutivos, y no debe consentir jmás esos desmanes. Eso también va por los médicos que cambian recetas por viajes al Caribe. Deberían dejar de hacerlo.
También quienes denunciaron las malas prácticas de Glaxo lo hicieron por dinero. La ley norteamericana del sopón permite captar a los arrepentidos que estén dispuestos a cantar contra sus empresas a cambio de una participación en las indemnizaciones que salgan del caso. Parece un mejor incentivo que apelar a la ética de esas fuentes, y está funcionando muy bien.

jueves, 14 de junio de 2012

SOS del Dr. Stefan Lanka a las personas diagnosticadas como seropositivas o como enfermos de Sida.

Pensar en grande, actuar rápido.

Vosotros, los suficientemente desafortunados como para haber sido diagnosticados de anticuerpos del Vih, sois los que estáis cargando sobre vuestras espaldas el fardo del actual desastre llamado SIDA. Por favor, unid vuestras fuerzas. No consintáis ser salteados o corrompidos, sino usad vuestras energías para superar el SIDA ( Stress para Inducir Defunciones Artificialmente). El futuro está ahora en vuestras ( cabezas) y manos. No perdáis vuestro tiempo. Preguntad sobre el virus, exigid ver micrografías del Vih aislado o alguna `rueba directa de sus proteínas y de su ARN o ADN, e incluso de si es que los retrovirus existen siquiera... Averiguad quiénes mueven los hilos detrás de la escena en el CDC, el EIS, el NIH, en Capitol Hill y demás sitios. Son ellos los que os han llevado al trauma del Sida a fuerza de insistir como los hechiceros con sus sortilegios. Sólo entonces actuarçeis en beneficio de vosotros mismos. Seguid adelante con ello, desmontar Sida y finalmente liberad lo bueno que hay en el esfuerzo humano. No tengáis miedo: podéis hacerlo. Tenéis la fuerza, la necesaria seguridad en vosotros mismos y la imaginación. Dejad de lado el papel de víctimas y convertíos en los héroes que ya sois, pues estási tratando de vivir en positivo y sabéis lo que ello significa. ¡ Sed verdaderamente positivos! Comenzad formulando preguntas a quienes propagan los pronunciamientos oficiales sobre el Sida. Acosad al Gobierno. Elevad peticiones al Parlamento sobre la cuestión de si existe o no el Vih, como se ha hecho en Alemania. Exigid que os muestren las evidencias. Reclamad fotos del virus aislado. Y no os olvidéis de preguntar acerca de la toxicidad de los medicamentos, especialmente las sulfonamidas como el Septrim. Preguntad, inquirid, interrogad, importunad demandando respuestas a aquellos que difunden la pretendida existencia del Sida. Pensad en grande y, por favor, actuad rápidamente ya.

( Traducido de la revista Continnum, volumen 3, nº 6 , free-news.org)

lunes, 11 de junio de 2012

Médico expedientado por realizar pruebas sin autorización

Madrid evitó informar al Ministerio de sanidad del escándalo de los ensayos clínicos ilegales.
La Comunidad de Madrid recibió el 17 de noviembre de 2010 una comunicación de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ( AEMPS ) dependiente del M. de Sanidad, en la que le informaba de las presuntas irregularidades cometidas por un médico del hospital público Carlos III de Madrid en la realización y publicación de varios ensayos clínicos con medicamentos . Según informó la AEMPS, dos de esos ensayos se habían realizado sin su autorización, que es preceptiva, y tenía sospechas sobre otros tres: " Dada la relevancia de los hechos, la AEMPS solicita a la consejería de Sanidad la práctica de las actuaciones que se consideren oportunas". Dos inspectores llevaron a cabo una investigación que concluyó con un expediente al médico Vicente Soriano, uno de los autores con más impacto en publicaciones científicas relacionadas con el Vih-Sida en todo el mundo, por infracciones graves y muy graves. Entre otras cosas, hizo los ensayos sin la autorización pertinente y sin el consentimiento informado de los pacientes. Sin embargo, el Ministerio de Sanidad no volvió a saber nada sobre elcaso hasta que lo desveló el diario El País el mes pasado. La Comunidad de Madrid no trasladó el resultado de su inspección a la AEMPS , y sólo después que el caso se hiciera público, la Consejería de Sanidad hizo llegar a la agencia ministerial el informe de los inspectores. La AEMPS es la encargada de autorizar todos los ensayos clínicos que se realizan en España, sin embargo las competentes en materia de inspección son las comunidades autónomas. La agencia , por tanto, no supo nada del caso Soriano hasta casi año y medio después de haberle comunicado sus sospechas a la Comunidad de Madrid y haberle solicitado información. Para cuando finalmente la recibió, el médico ya había sido expedientado con una sanción de 216.ooo euros que aún no ha pagado . El doctor Soriano mientras, sigue con sus actividades habituales en el Hospital Carlos III, entre ellas ver pacientes vih+ en consulta. El médico fué uno de los responsables de la distribución en el hospital en 2008 de una guía editada por la fundación FIES, de la que es secretario, en la que se afirmaba que la homosexualidad es "una alteración conductual" y que recomendaba castidad. La Consejería de Sanidad no sancionó a ninguno de los médicos implicados. En 2009, el diario EL País publicó la estrecha relación entre la fundación( de extrema derecha) y el hospital Carlos III, y cómo la primera utilizaba presuntamente recursos públicos del centro. La única consecuencia aparente fué que el entonces gerente del centro dimitió al día siguiente de la publicación.

Elena G. Sevillano para el diario EL País

miércoles, 6 de junio de 2012

no somos fracaso somos viento


Comenzar es dificil
Pero vamos dando los pasos
Por un futuro, que los hijos puendan celebrar
Somos el viento, que baila y que canta
Si estamos juntos, somos huracan

No estamos de paso, no somos fracaso
Solo he venido a darte mi abrazo
Ya mismo me voy

No voy a pedir permiso
Para ser libre
Si yo estaba alli, cada palabra senti
El 12 de marzo, en distrito federal
Esperanza y abrazo, libertad y dignidad

Somos viento
Somos viento, que sopla que viene y va
Somos viento
Energia y movimiento
Somos viento
Que es lo que somos, lo que somos en realidad
Somos viento